La dimensión social es, posiblemente, la más compleja y dinámica en el análisis territorial.
👉 No se trata de un simple inventario de personas, sino del estudio del denso tejido de relaciones, poderes y significados que constituyen la vida en comunidad.
Un actor social es cualquier individuo, grupo o institución con la capacidad de influir en el territorio: transformándolo, defendiéndolo o resignificándolo.
Más que un listado, se trata de un mapeo de poder y agencia.
Entidades formales con poder regulatorio y administrativo:
Gobierno (municipal, regional, estatal)
Centros educativos.
Servicios de salud.
👉 Su poder radica en la normativa y la gestión de recursos públicos.
Su motor es el mercado:
Grandes empresas, promotoras inmobiliarias.
Pequeño comercio local, cooperativas, sindicatos.
👉 Su influencia se mide en capital económico y capacidad de transformar el uso del suelo.
Organizaciones y colectivos sociales:
ONGs, asociaciones vecinales, clubes deportivos, fundaciones.
Redes de afinidad sin estructura jurídica: jóvenes, redes de cuidados, colectivos de acción puntual.
👉 Su poder es menos visible pero crucial para la cohesión social.
Personas con influencia decisiva:
Líderes comunitarios históricos.
Párrocos, referentes barriales.
👉 Funcionan como bisagras entre diferentes grupos.
Este componente analiza la red de interacciones que conecta a los actores.
👉 Lo importante no es solo quién está, sino cómo se relacionan entre sí.
Naturaleza de los vínculos: cooperación, alianza, conflicto, competencia, indiferencia o aislamiento.
Formas de organización y redes de apoyo:
Redes formales.
Redes informales de solidaridad.
El mapeo de dinámicas sociales revela:
La estructura de poder real (más allá de la formal).
El nivel de cohesión o fragmentación social.
Los puntos de fractura (conflictos), que pueden ser tanto riesgos como oportunidades de transformación.
Este componente aborda los procesos que generan desigualdad y marginación.
Vulnerabilidad: condición de riesgo por menor capacidad de respuesta y adaptación.
Exclusión Social: proceso activo que aparta a individuos o grupos, limitando sus derechos y oportunidades.
Socioeconómico: pobreza, precariedad laboral, desempleo, brecha digital, pobreza energética.
Género: violencia machista, feminización de la pobreza, desigualdades en cuidados.
Etario: exclusión juvenil (falta de oportunidades) o de personas mayores (soledad, edadismo).
Origen / Etnia: racismo sistémico, barreras administrativas para población migrante.
Diversidad Funcional: barreras arquitectónicas, sociales y laborales para personas con discapacidad.
Analiza la coexistencia e interacción de diferentes identidades culturales en el territorio.
👉 Va más allá de “constatar la diversidad”: se centra en cómo se gestiona y se vive.
Multiculturalidad: culturas que coexisten como “islas”, con poca interacción.
Interculturalidad: diálogo, encuentro, conflicto y enriquecimiento mutuo. Un proceso dinámico y un objetivo a construir.
Expresión y refugio: lugares de culto, comercios étnicos, asociaciones culturales, locutorios.
Tensión y conflicto: zonas con choques por uso del espacio público, prejuicios o racismo.
Encuentro intercultural: escuelas, mercados, parques, centros cívicos con programación inclusiva.