La dimensión política es la que articula las relaciones de poder, la toma de decisiones y la capacidad de los ciudadanos para influir en el destino de su comunidad.
Analizarla implica desvelar:
📍Quién gobierna 📍Cómo lo hace 📍Qué mecanismos tiene la ciudadanía para participar, resistir o proponer alternativas.
Este componente analiza cómo se dirige y regula un territorio.
👉 Es fundamental distinguir entre:
Gobierno: instituciones formales del Estado.
Gobernanza: proceso más amplio que incluye la interacción entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil.
Administración Pública: ayuntamiento, concejalías (urbanismo, servicios sociales, cultura), y otros organismos. Su poder se ejerce mediante leyes, presupuestos y planificación urbana.
Partidos Políticos: buscan acceder al poder institucional. Su presencia y fuerza (sedes, militancia) reflejan las corrientes ideológicas del territorio.
Lobbies y Grupos de Presión: grandes promotoras inmobiliarias, asociaciones empresariales, etc., que influyen en las políticas públicas en su beneficio.
Movimientos Sociales: colectivos ecologistas, feministas, vecinales, por el derecho a la vivienda, entre otros. Funcionan como contrapoder, presionando y fiscalizando a las instituciones.
Se analiza la calidad y eficacia de la implicación comunitaria en los asuntos públicos.
👉 No basta con que existan espacios de participación: hay que evaluar su incidencia real en las decisiones.
Canales Institucionales: consejos de barrio, audiencias públicas, presupuestos participativos, consultas populares.
Canales Autogestionados: asambleas ciudadanas, plataformas vecinales, manifestaciones, protestas o desobediencia civil. Son espacios creados por la ciudadanía para organizarse y hacerse escuchar.